Relevo y provocaciones
Isidoro YESCAS
El sorpresivo acuerdo del Congreso Político de la sección 22 del SNTE para boicotear la toma de protesta del gobernador electo Alejandro Murat Hinojosa mediante el bloqueo de carreteras y el “acordonamiento” de la sede del Congreso local tiene por lo menos dos lecturas que a continuación comparto.
Una primera se orienta a explicar la realización de estas acciones como parte del cumplimiento de acuerdos, no del todo explícitos, de la más reciente asamblea estatal magisterial ,previa a la celebración del Congreso Político.
En dicha asamblea se acordaría ir más allá una manifestación de protesta que, al igual que el primero de diciembre del 2010, se llevaría a cabo en la ciudad capital para posicionar al movimiento magisterial oaxaqueño frente al nuevo gobierno. Con este antecedente, lo que ocurrió el pasado fin de semana durante el Congreso Político fue darle forma a lo acordado en la asamblea estatal mediante propuestas concretas impulsadas por delegados afines a corrientes sindicales“identificadas con el sentir de las bases” para llevar a cabo la primera demostración de fuerza en contra del gobernador Alejandro Murat.
Aunque hubo voces sensatas que se pronunciaron por realizar únicamente la manifestación y mitin frente al Palacio de Gobierno –como sucedió con la toma de protesta de Gabino Cué en el 2010- la mayoría de los delegados votaron por el boicot.
Una segunda lectura apunta a indiscreciones y/o errores de comunicación en el equipo de transición del nuevo gobierno para que las negociaciones que llevaron a cabo con algunos dirigentes formales e informales de la sección 22 del SNTE se mantuvieran casi en secreto para evitar que fueran torpedeadas por las corrientes radicales del magisterio.
Y uno de esos errores pudo tener su origen en las declaraciones publicadas el pasado 24 de noviembre en la página web de Noticias por la coordinadora de la fracción parlamentaria del PRI en la 63 legislatura, María de las Nieves Fernández.
En entrevista, la diputada reconoció avances “en el contacto y diálogo con los actores, grupos y organizaciones políticas”, incluyendo a la sección 22 del SNTE, para garantizar el relevo “en un marco republicano y democrático”.
Y enseguido subrayó:”Por supuesto que se está platicando con la sección 22 y ha sido en los mejores términos”.
En cualquiera de las dos circunstancias, lo cierto es que ahora el relevo del jefe del poder ejecutivo se va a llevar a cabo en un escenario adverso no solo para el nuevo gobierno sino para la sociedad en general.
Adverso, complicado y de alto riesgo político para el nuevo gobierno porque la estrategia para hacer frente al boicot es atípica y rompe con la institucionalidad que debe caracterizar a toda autoridad al echar mano indistintamente de la fuerza pública que de grupos de choque de la CTM, filial del PRI, para resguardar las zonas aledañas a la sede del Congreso local.
Por ley son los cuerpos policíacos quienes exclusivamente deberían hacerse cargo de la seguridad de la sede de transmisión de poderes, pero lo que llama poderosamente la atención es la presencia de contigentes de transportistas y mototaxistas afiliados a la CTM, bastante conocidos por su impunidad y por los actos de vandalismo y provocación en los que han participado.
Afectar a la sociedad, como lo vuelve a hacer la sección 22 del SNTE, para demostrar su rechazo a un gobierno priísta resulta tan lesivo a los derechos constitucionales y humanos de los oaxaqueños como los que pretende aplicar la CTM para enfrentar a los maestros: bloquear carreteras y amagar con actos de provocación y violencia.
Malos presagios para un nuevo gobierno que un poder fáctico pretenda ponerlo a prueba solo para demostrar que no son los líderes sino las bases quienes toman las decisiones en el magisterio ; malo que la nueva legislatura calle o justifique los excesos de maestros y cetemistas; nocivo para los oaxaqueños que un acto en donde debiera prevalecer la civilidad se convierta en terreno fértil vulnerar sus derechos.
Twitter:@YescasIsidoro
Noviembre 30 del 2016.